Pienso que el viaje del autoconocimiento puede ser uno de los más fascinantes y a la vez terrorífico.
A veces puede surgir por alguna crisis y otras porque estamos preparados para ir más allá.
En mi caso fue con una crisis profesional, donde comencé a cuestionarme absolutamente todo y
cada vez surgieron más y más preguntas en todas las áreas de mi vida. Al principio puede ser
bastante frustraste porque surgen muchas dudas y pocas respuestas. Yo lo veo como un ovillo de
lana, donde hay que empezar a tirar del hilo poco a poco…
Me parece importante comenzar a preguntarnos cuantas cosas estamos haciendo por obligación
o porque realmente queremos como por ejemplo replantearnos nuestros vínculos más cercanos,
con quien verdaderamente sentimos que disfrutamos pasar el tiempo. Ser totalmente sinceros
con nosotros mismos, aunque a veces duela porque vamos a ver cosas que preferiríamos no ver.
Por lo general, terminamos tapando con entretenimiento o salidas que no nos aportan nada de
valor solo para no pasar tiempo solos y que surjan todas estas preguntas.
Comparto algunas ideas para comenzar este viaje. Advierto que es muy solitario, y por
momentos va a dar mucho miedo, aunque valdrá la pena.
El primer punto es una exploración interna profunda, es como una excavación al interior de nuestra
mente para sumergirnos en nuestros pensamientos, emociones y creencias. Darnos momentos
para conocer que nos motiva, conocer cuáles son los valores que guían nuestra vida, identificar
nuestros patrones de comportamiento, por lo general repetimos situaciones y acciones, entonces
estar atentos para ver cuáles son y poder analizarlas con claridad.
El segundo punto es la aceptación y el amor propio, cuando comencemos este viaje es clave mirarnos
a nosotros mismos con compasión, ya que detectaremos cosas que pudimos haber hecho de otra
manera, perdonarnos y comprendernos. Reconocer nuestras virtudes y aceptar nuestros puntos
de mejora y comprometernos para trabajar en ellos. Es fácil amarse a uno mismo cuando las cosas
van bien, pero recordemos que también debemos tratarnos bien en los momentos difíciles.
El último punto es el crecimiento continuo, el autoconocimiento es un proceso dinámico que
evoluciona a medida que vamos creciendo y transformándonos. Tenemos que estar abiertos a la
autorreflexión constante y al aprendizaje.
Conocernos a nosotros mismos es el primer paso hacia la verdadera libertad y conexión con nuestra
esencia. Seguir cuestionándonos es clave, ya que estamos en constante expansión porque somos
vida.